La capital del Tolima se consolida como una ciudad intermedia innovadora y un destino predilecto para inversores y familias.
El mercado inmobiliario en Colombia está experimentando una transformación significativa, con las ciudades intermedias emergiendo como focos de inversión atractivos. Entre ellas, Ibagué se destaca como un destino preferencial para inversores y familias que buscan una mejor calidad de vida sin sacrificar las comodidades urbanas.
La capital del Tolima se ha convertido en un imán para aquellos que huyen del estrés y los altos costos de las grandes metrópolis. Según Olga María Peña, gerente general de Constructora Maca Malawi SYS SAS (empresa parte del equipo empresarial de Maca Construcciones) y experta del sector, el metro cuadrado en Ibagué ofrece un valor incomparable: mientras en sectores exclusivos de Bogotá los precios oscilan entre $8.150.000 y $14 millones de pesos colombianos, en Ibagué se pueden encontrar propiedades de alta calidad a una fracción de ese costo.
"Una unidad inmobiliaria VIS (Vivienda de interés social) en Ibagué puede disponer de un promedio de 60 m² con un valor para el 2024 de $175.600.000 pesos", afirma la ejecutiva. Esta realidad contrasta drásticamente con la tendencia en la capital, donde los apartamentos de 20 a 30 m² se han vuelto la norma debido a los elevados precios.
La pandemia ha sido un catalizador crucial en este cambio de paradigma. La necesidad de espacios más amplios y el auge del trabajo remoto han impulsado a muchos a considerar ciudades como Ibagué, donde en 20 minutos se puede llegar desde el centro a cualquier punto de la ciudad, un lujo impensable en urbes congestionadas.
El proyecto Malawi Village ejemplifica esta nueva tendencia. Ubicado a solo 15 minutos del casco urbano de Ibagué, ofrece lotes campestres que combinan la comodidad moderna con la serenidad de la naturaleza. "Malawi busca transportar a las personas y brindarles calidad de vida", explica Olga Peña, destacando cómo el diseño respeta el entorno natural mientras proporciona amenidades de primer nivel.
La migración hacia Ibagué no solo está impulsando la demanda inmobiliaria sino también transformando la economía local. En los últimos dos años, se ha observado un influjo significativo de bogotanos atraídos por el clima acogedor, la gastronomía accesible y el desarrollo de infraestructuras y servicios.
Este crecimiento poblacional ha catalizado la inversión en el sector inmobiliario. Los precios, aunque en aumento, siguen siendo atractivos, prometiendo retornos sustanciales a mediano y largo plazo. "Invertir ahora en ciudades intermedias como Ibagué no solo asegura un costo inicial más bajo, sino también la posibilidad de obtener un retorno de inversión significativamente mayor a medida que el mercado se expanda", señala la gerente de Maca.
La tendencia post-pandemia hacia espacios más amplios y cercanos a la naturaleza sugiere que proyectos como Malawi Village continuarán ganando popularidad. Su éxito podría incluso llevar a la expansión de este modelo a otras ciudades intermedias, redefiniendo el panorama inmobiliario colombiano.
Ibagué se perfila, así como un ejemplo de cómo las ciudades intermedias pueden ofrecer una calidad de vida superior a un costo más accesible. Con su combinación única de desarrollo urbano, belleza natural y potencial de crecimiento, la capital tolimense está escribiendo un nuevo capítulo en la historia de la inversión inmobiliaria en Colombia.
